Miércoles 6 de May de 2015
Secretaria De Medio Ambiente.
La poda del arbolado urbano es uno de los factores más controversiales y donde se pueden llegar a cometer errores irreparables para la vida del árbol.
En la mayoría de los casos los suelos sobre el que se colocan los arboles han sido degradados por la acción del hombre, a veces contienen escombros, están muy compactados. Por lo tanto son suelos débiles que brindan pocos nutrientes. Sumado a eso, debemos tener en cuenta que el árbol esta limitado por el reducido espacio de que dispone en las ciudades.
La belleza de los arboles
La poda afea a los árboles ya que pierden su estructura natural. En la estructura natural se percibe gran variedad de formas y hábitos de crecimiento de los árboles, permitiendo apreciar por contraste toda su maravillosa belleza.
Los nutrientes…
El árbol obtiene sus nutrientes a través del sistema radicular y también de las hojas, donde realiza la respiración, transpiración y la fotosíntesis con elaboración de azucares imprescindibles para su vida.
Cuando la temperatura comienza a bajar durante el otoño e invierno, la savia y los nutrientes de hojas y ramas empieza a descender hacia las raíces, donde permanecerá todo el invierno. Las hojas dejan de recibir el agua proveniente de la raíz que utilizarán para la fotosíntesis, comienzan a perder el verde, se tornan amarillas para finalmente secarse y caer.
No se debe podar un árbol cuando este proceso se esta llevando a cabo porque al realizar una poda temprana eliminamos junto con las hojas y las ramas los nutrientes que están iniciando el proceso de almacenamiento hacia las raíces. Después de una poda severa el árbol vive de sus reservas. Esto puede ser solamente temporal, y en casos extremos puede causar la muerte.
Esa vieja costumbre de podar…
Hay personas que piensan que los árboles se deben podar año tras año y muchas veces realizan podas desmedidas, agresivas, que mutilan al árbol A veces la decisión de podar se toma para evitar barrer las hojas en otoño…
Debemos tener en cuenta que cuando podamos un árbol, el gasto energético que le supone reconstruir su ramaje lo va debilitando, si a esto le sumamos la mala calidad del suelo, estamos poniendo en riesgo su vida.
El árbol que necesita podas frecuentes, está indicando que la especie no es la correcta para el lugar propuesto.
El árbol es un ser vivo
El árbol es un ser vivo. Un todo, en el que la parte aérea y la radicular están íntimamente relacionadas, cualquier acción sobre el sistema aéreo repercute sobre las raíces y cualquier acción sobre las raíces repercute en el follaje.
El mantenimiento del equilibrio entre el sistema aéreo y el radicular es clave en la vida de los arboles: toda intervención sobre una parte repercute sobre la otra. La destrucción del sistema radicular debilita la copa, al mismo tiempo una poda severa lleva consigo la muerte de una parte del sistema radicular, originando podredumbres y poniendo en riesgo la estabilidad en el futuro del individuo. Podas severas logran que este estire sus raíces en forma desmedida en busca de nutrientes y agua para reconstruir el daño ocasionado, lo que conlleva a rotura de veredas y caños de servicios.
Caries en nuestro arbolado urbano
La poda es una agresión al árbol, es preciso evitarla siempre que sea posible.
Cuando el corte se realiza sobre ramas de más de 10 cm de diámetro, el árbol no puede llegar a cicatrizar totalmente la herida. Se forman los callos de cicatrización lo cuales no logran cubrir la totalidad de la circunferencia, quedando un agujero concéntrico, en el mismo actúan patógenos y hongos ocasionando que este se mine y ahueque, lo que se denomina caries. Esto lo vemos en los árboles añejos de nuestra ciudad que han sido podados por personas sin conocimientos del tema y enfermaron o se secaron. Por esto se debieron retirar y reemplazar gran cantidad de ejemplares del arbolado urbano.
El mito de los “meses sin R”…
En cuanto a la época de efectuar la poda, existe el mito de “los meses sin R”. Esto es solamente un mito.
El mejor momento para podar es cuando el árbol tiene altas las reservas en la zona radicular, o sea antes de la brotación. Si la poda se realiza cuando las hojas están cayendo se pierde parte reservas necesarias para la formación de los pelos absorbentes de la raíz.
La época ideal para efectuar las podas correctivas y de formación seria final del invierno o en verano.
En que casos la poda es necesaria
Solamente deberá realizarse en los siguientes casos y siempre efectuadas por personas idóneas, capacitadas para dicho trabajo:
Poda de formación: Se realiza en plantas jóvenes para formar el fuste, la copa y corregir ramas mal direccionadas. No debe superar el 20 % del total de la copa.
Poda de seguridad: Cuando afecte la seguridad de bienes y personas, deben eliminarse ramas muertas o deterioradas y las que teniendo uniones demasiado débiles presentan mayores riesgos de caídas.
Poda sanitaria: Permite frenar o dificultar la propagación de parásitos y enfermedades.
Podas de mantenimiento: Poda de ramas muertas, supresión de ramas estructurales mal dispuestas.
Resumiendo:
Es preciso evitar la poda siempre que sea posible
Limitarse a la formación, al mantenimiento
Suprimir las podas extremas
Conocer las técnicas.