Lunes 1 de Abril de 2013
Opinión - Néstor Osvaldo Colli.
Oime, Mordisquito: alguna vez te hable de confusionismo, de los rumores, de las calumnias, de todo ese infame y misterioso río de noticias falsas que echan a rodar los resentidos. ¡Claro, ellos no pueden mostrarnos hermosas realidades y entonces buscan el desquite de las mentiras sin dignidad y sin heroísmo! Y ellos, los que desde hace años te dicen sigilosamente: “Se va a venir una”, estos mismos son los que ahora te ponen una mano en el hombro, miran hacia los costados, se agachan y te decían; “¡Atenti! ¡Ojo! ¡La que se viene el veintidós! ¿Y que se viene el veintidós? ¿Qué es lo que se viene? ¡2.000.000 de personas, eso se viene! No te estoy hablando de 200 comparsas para gritar cualquier cosa; no te hablo de una claque de cincuenta. Te estoy hablando de ¡dos millones de argentinos que vienen a defender un mundo de conquistas enormes! ¡Que han encontrado la felicidad en ese mundo y que no quieren perderlo! Dos millones que harán ruido. Claro, no van a marchar por las calles con pasos de minué, sino gritando hasta dejarte sordo, alegres, contentos y satisfechos. ¡Cómo no, si es el pueblo mismo! Dos millones que encenderán las fogatas de una fiesta bochinchera, todo color y luz.
Y los profesionales del chisme quieren obscurecer la maravilla de ese día sin limites inventando un peligro que no existe, una angustia que no se prepara: “¡Ojo! ¡Cuidado! ¡Compren víveres! ¡No salgan de la calle! ¡Shhh! ¡Atenti! ¡Que no falte comida! ¡Shhh!”. Pero, ¿de qué “comida” me hablas? Pero, ¿Por qué “víveres”? Pero, ¿Por qué “no salgan a la calle”? ¿Es la guerra? No, no es la guerra. Al contrario, es la paz de los trabajadores porque habrá gritos y canciones y banderas, ¡pero es la paz! Claro, a vos te gustara mas una audición de boleros o un cierto en la Wagneriana; lo entiendo, porque hay músicos y músicas que a vos no te llegan pero a mi si, a millones y millones si. ¿Y a mí me vas a contar que, millones de hombres que vienen a defender un privilegio, un nombre y una idea es solo porque… porque si? ¿A mí me la vas a contar? ¡No, a mi no me la contas! Dame la espalda si querés; dale la espalda a toda esa fiesta que conmueve a muchos y que no hiere a nadie; colócate en una postura negligente, fuma tu cigarrillo envolviéndote en una selva de humo; silbá un guareson o mírate las uñas, ¡hace lo que quieras; pero, oíme, a mí, y si no a ellos, a los dos millones de la estupenda fecha, oílos, no como oye un rumor de esos que ahora están de moda, sino de una manera más leal y mas argentina, porque el rumor es una agachada y lo que ellos quieren decirte es una preciosa altivez! Sí, yo no te niego que los que están contentos cantan, gritan, castigan. Castigan el parche de sus corazones fuertes y satisfechos, y no avanzan bailando de punta sino con un redoble de botines sonoros.
Y esto es lo que va a pasar el 22. Pero nada más que esto, y… ¡todo esto! El pueblo de tu patria, el pueblo ayer explotado y hoy remido que puede salir a la calle a gritar lealmente su amor y su pensamiento sin que lo muelan a palos. No, no, eso ya paso. Eso es la pesadilla de antes y esto será el sueño de hoy. Por eso al intrigante que fabrica una historia mezquina y que te dice: “¡Shhh, ojo, peligro! ¡Las mujeres y los niños primero! ¡La que se viene el 22!” ¿Y que se viene? ¿Ya te dije lo que viene? ¡No 2.000.000 de rencorosos que salen a pelear sino 2.000.000 de trabajadores agradecidos que salen a proclamar su fervorosa adhesión y su reconocimiento! ¿Y a mí me vas a contar que no preferís lealtad de los que gritan una verdad argentina a la infamia de los que murmuran? ¡No, a mi no me las va contar!
Así lo pienso yo
Néstor Osvaldo Colli – 7.642.675