Martes 14 de May de 2013
La cena es una comida importante del día, pero que será conveniente elegir inteligentemente.
Hay quienes pasan de largo (lo que no es recomendable en lo absoluto) y quienes, por el contrario, comen de más. Como en todo, el término medio es el punto. Si cenas de más, luego te costará conciliar el sueño, sentirás pesadez y, muy posiblemente, padezcas ciertos trastornos digestivos.
Aunque no se pueda hablar de alimentos ‘prohibidos’ o ‘malos’, sí hay ciertos que bien convendría evitar, o consumir en escasa cantidad. Recuerda: cenar lo justo y necesario y, en lo posible, que sea un par de horas antes de ir a la cama.
Evita, en especial, la ingesta de platillos pesados, grasosos o demasiado cocidos, como guisos o frituras, que no sólo pueden caer pesados sino incluso ser indigestos. Lo más aconsejable son alimentos frescos y crudos, con cierta proporción de proteínas y de hidratos.
Sin embargo, no se recomienda el consumo de lechuga, ¿por qué? porque al tener alta proporción de fibra insoluble (más abundante en la parte blanca de su tronco), puede causar hinchazón y gases. Tener cuidado asimismo con otro tipo de alimentos ricos en esta fibra, en especial, ciertas verduras y legumbres.
Finalmente, y a modo de conclusión podemos decir lo que sí se aconseja cenar, sobre todo, por esta época de mayores temperaturas: las ensaladas mixtas, frutas, yogures desnatados y/o quesos frescos son opciones ligeras por naturaleza pero que, por un momento, darán sensación de satisfacción.
Si se está en plan de cuidarse o de medir las calorías que se consumen, estos alimentos bien pueden cuadrar dentro de lo que es una cena frugal o como parte de ella. En todo caso, se aconseja que la ensalada mixta incluya algún cereal como fuente de carbohidratos y una proporción de proteínas, de modo tal que la cena sea más completa en términos nutritivos.
