Martes 28 de May de 2013
Una alimentación saludable debería basarse en el consumo de los alimentos propios de cada estación.
Los alimentos "de temporada" o "de estación" son aquellos que están en su mejor momento en cuanto a calidad y precio. Y son, por lo tanto, los más sabrosos, los más nutritivos y los más económicos.
Además, una alimentación estacional nos permite ofrecerle a nuestro cuerpo todos los nutrientes necesarios para enfrentar los cambios propios de cada estación. Es por ello que nuestra alimentación debería cambiar con las estaciones.
- Otoño.
Cuando llega el otoño es hora de ajustar nuestra dieta para prepararnos para los días fríos de invierno. La alimentación en esta época del año debería ayudarnos a proteger nuestro cuerpo del clima frío y seco, y de los virus estacionales. Durante estos meses debemos enfocarnos en mantener el calor corporal y reforzar las defensas del organismo.
- Invierno.
En invierno, para enfrentar las bajas temperaturas, debemos cambiar, no solo nuestra ropa sino también, nuestra alimentación. Durante los meses invernales es necesario concentrarse en proteger el sistema inmunitario y el aparato respiratorio.
- Primavera.
La primavera es el comienzo natural del año. Es una época de crecimiento y renovación. El momento de dejar atrás las ropas abrigadas y las comidas pesadas y optar por alimentos frescos y livianos. Es una época ideal para desintoxicarse.
- Verano.
En verano, la alimentación debe ser fresca y liviana. Para hacer frente a las altas temperaturas debe estar basada en alimentos que sean, además de nutritivos, refrescantes.
Recuerda, comer los alimentos propios de cada estación, preparados adecuadamente, es la mejor forma de estar en armonía con la naturaleza.