Jueves 13 de Junio de 2013
Lo más sencillo y natural siempre es la solución más efectiva y económica.
Como cada año en esta época los días son más largos, hace más calor, salimos más a la calle y de repente, a todos parece entrarles unas ganas atroces de perder peso y sacar a la luz ese escultural y musculoso cuerpo que todos llevamos dentro. Para aprovecharse de esta obsesión “natural” aparecen multitud de dietas que prometen hacernos perder peso en unas pocas semanas y muchas de ellas lo consiguen. Por supuesto, ya que la temporada para llevar poca ropa es corta en estas latitudes planetarias y poco duran también los meses en los que se puede lucir el cuerpo, el riesgo a correr es perfectamente asumible, incluido el de ganar de nuevo los kilos velozmente perdidos, en plan yo - yo, porque después volveremos a embutirnos en jerseys y abrigos. A quien le parezca que esta es la forma correcta de hacer las cosas o le resulte más fácil, adelante, yo no voy a ser quien impida a nadie atiborrarse de pastillas y batidos sustitutivos de comidas ni quien haga de sus comidas familiares y festivas un infierno de provocaciones. Cada uno ya es mayorcito para saber como gestionar su salud y estética, sin embargo jamás voy a promover un estilo de alimentación que sea incompatible con una nutrición equilibrada, acompañada con la realización de un ejercicio suave y diario y la regla del 60-15-65-20, no se trata del número de teléfono del dietista extranjero del año, sino de las cifras que han de cumplirse para bajar peso como es debido, de acuerdo con mantener una buena salud, adelgazar despacio y comiendo de todo.
Así es, comiendo de todo, que no, cuanto quiera, y haciendo ejercicio, porque la piel debe ir volviendo a su lugar para no tener un cuerpo fofo y además hay que reeducar al metabolismo a hacerlo eficiente, comiendo lo necesario, sin acumular toxinas, ni grasas, ni azúcares ni facilitar la aparición de algunos cánceres como de colon o hígado, diabetes, malas digestiones o acidez estomacal. Como dice una popular actriz española en el anuncio de un conocido yogur, lo normal es sentirse bien, y eso puede conseguirse de la siguiente manera: con 60 minutos de ejercicio suave diario o 4-5 días por semana mínimo, limitando la cantidad de proteínas a un 15% de la dieta 0, 8 gramos por kilo de peso, aumentando los carbohidratos a 65% vuelve a comer con pan, y dejando las grasas en el 20%, pero no untes en el aceite del plato. Lógicamente dependiendo de cada uno habría que hacer una reestructuración de sus comidas, añadir algunas cosas y quitar otras, yo recomiendo siempre empezar por añadir, ¡oh sorpresa!, unos potentes suplementos antioxidantes y "devora" grasas sin parangón de todos los sabores y colores que por si fuera poco son muy económicos y los venden en el mismo lugar donde cada uno hace la compra, llamados: frutas y verduras, de todo tipo, de temporada, en su punto de maduración y cuanto más crudas o cocidas al vapor mejor.
Si después se empiezan a quitar refrescos azucarados y mantequillas, vas por buen camino y cuando con el tiempo te veas a ti mismo cocinando igual que tu abuela, ya solo es cuestión de tiempo, te garantizo que los kilos que pierdas no van a volver. Ahora lo único que falta es hacer más ejercicio para que esos músculos aletargados comiencen a aflorar y puedas presumir de abdominales, porque sin movimiento no hay cuerpo 10.