Jueves 2 de May de 2013
Después de una brusca desaceleración en la tasa de aumento en diciembre y enero hasta 25,4%, en el segundo mes de 2013 saltó a 36,6%. Esa dinámica no fue acompañada por los ingresos por recaudación.
Con más de 40 días de atraso, la Secretaría de Hacienda difundió los movimientos de la caja del gobierno nacional correspondientes al segundo mes del año. A primera vista cerró con un ahorro antes del pago de intereses de la deuda pública de $204 millones inferior en más de 70% al superávit que dio cuenta un año antes.
Sin embargo, como entonces, la asistencia de transferencias del Banco Central de $2.448 millones y de otros $680 M de la Anses y $107 M de organismos descentralizados, fondos fiduciarios y el PAMI, impidieron revelar un rojo real de poco más de $3.000 millones, en contraste con un excedente de $440 M de febrero de 2012, medido de igual forma.
Semejante deterioro de la hoja de balance del sector público nacional se explica por laviolenta aceleración del ritmo de aumento del gasto público a 36,6% interanual,mientras que la variación de los recursos genuinos atenuó la suba a 26,4%, ante el claro freno de la tasa de generación real de riqueza por parte del conjunto de los agentes económicos.
Llaman la atención que las transferencias agregadas del BCRA y Anses se elevaran en $1.000 millones, ya que en los últimos doce se asistió a una singular pérdida de reservas en divisas y por tanto perdieron efecto las ganancias en pesos por la variación del tipo de cambio oficial.
Puesta en caja y algo más
Claramente, parte del abultado rojo real de febrero, con casi $3.800 millones, equivalente a más de $45.000 millones anualizado, se explica por la regularización de pagos atrasados en el ejercicio anterior.
Pero también revela la intención de incentivar el consumo global, ante el debilitamiento del gasto en términos reales del sector privado, en un año electoral.
En el caso de la inversión pública, las cuentas de Hacienda mostraron que el Gobierno mantuvo la práctica de privilegiar las transferencias discrecionales a las provincias, las cuales se elevaron 46,1%, en detrimento de los emprendimientos directos que apenas se incrementaron 13,8%, más de 10 puntos porcentuales por debajo de la variación de los costos y del índice de precios implícitos en el PBI del sector público.
De este modo, el primer bimestre cerró con un crecimiento del gasto de 29%, frente a 25,4% de los recursos genuinos, y un rojo financiero real de $5.592 millones, con un salto de $2.400 millones, en comparación con el registrado en similar período del año anterior.
El análisis de los movimientos devengados, esto es de lo comprometrido, no necesariamente pagado, del primer trimestre que hizo la Asociación Argentina de Presupuesto y Aministración Financiera Pública indica que el desequilibrio creciente se mantuvo en marzo.
