Miércoles 17 de Junio de 2015
Opinión Nestor Colli
La creencia general es que Menem no servía, como así tampoco Alfonsín y De la Rúa. Hoy se dice que Kirchner no sirve, pero quien quiera que venga después de Kirchner, tampoco servirá para nada.
Por eso estoy empezando a sospechar que el problema no esta en lo ladrón y corrupto que haya sido Carlos Saúl Menem, o en lo autocrático que es Kirchner.
El problema esta en nosotros, nosotros como PUEBLO, nosotros como materia prima de un país.
Porque pertenecemos a un país donde la “VIVEZA CRIOLLA” es moneda valorada tanto o más que el dólar.
Un país donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia a largo plazo, basada en valores morales y respeto de los demás.
Pertenecemos a un país donde, lamentablemente, los periódicos jamás podrán venderse como se venden en otros países, es decir, poniendo unas cajitas en las aceras donde uno paga por un solo periodo y saca un solo periodo dejando los demás donde están.
Pertenecemos a un país donde los lugares de trabajo son, entre otras cosas, las papelerías particulares de sus empleados deshonestos que llevan a su casa, como propias hojas de papel, lapiceras, bolígrafos, lápices, marcadores y todo lo que pueda hacer falta para la tarea de sus hijos.
Pertenecemos a un país donde la gente se siente triunfante si consigue colgarse del cable del vecino y donde la gente inventa a la hora de llenar sus declaraciones, para pagar menos impuestos, o directamente para no pagarlos.
Pertenecemos a un país donde la impuntualidad es un hábito, donde los directivos de las empresas no generan capital humano, donde las personas tiran la basura en las calles y luego reclaman al gobierno porque las calles están sucias o se tapan las alcantarillas, donde no existe la cultura por la lectura y donde no hay conciencia ni memoria política, histórica o económica.
Donde nuestros congresistas trabajan dos días al año (y cobras todos los demás como altos ejecutivos) para probar una reforma fiscal al vapor, que lo único que hace es hundir al que no tiene, joder al que tiene poco y beneficiar solo a unos pocos.
Pertenecemos a un país donde las licencias de conducir y los certificados médicos se pueden “comprar”, sin hacer ningún examen.
Un país donde puede subir una persona de edad avanzada, una mujer con niños en brazos, o algún minusválido y la persona que viene sentada en el asiento especial para estas personas se hace la dormida para no dárselo y si alguien le reclama se levanta para dar un golpe o decir una mala palabra.
Un país en el cual la prioridad de paso es para el automovilista y no para el peatón. Un país donde la gente se llena de faltas, a las que ignora, pero que disfruta criticando a sus gobernantes.
Mientras mas le diga rata a Menem, mejor soy yo como persona, pese que a penas ayer me consiguieron todas las preguntas del examen de matemática de mañana.
Es muy bueno ser argentino. Pero cuando esa argentinidad autóctona empieza a hacerle daño a nuestras posibilidades de desarrollo como nación, ahí la cosa cambia…
No esperemos encenderles una velita a todos los santos, a ver si nos manda un mesías. Nosotros tenemos que cambiar, un presidente diferente, con los mismos argentinos, no podrá hacer nada.
Esta muy claro… somos nosotros los que tenemos que cambiar.
Ahora, después de este mensaje, francamente he decidido buscar al responsable, no para castigarlo, sino para exigirle (si, exige) que mejore su comportamiento y no se haga el que no oye, el que no entiende.
Si, he decidido buscar al responsable.
Estoy seguro que lo voy a encontrar ¡apenas me mire al espejo! Ahí estará, NO NECESITO BUSCARLO EN OTRO LADO.
NESTOR COLLI
7.642.675