Viernes 3 de May de 2013
Esta es una oración enseñada por Sathya Sai Baba. Imaginen que es Dios quien les habla a cada uno de ustedes.
¿Por qué te preocupas tanto?
Déjame cuidar de tus problemas, Yo soy el que va a pensar en ellos.
Estoy solamente esperando que te rindas ante Mí.
Yo sólo intervengo cuando tú sabes entregarte completamente.
Solamente así no tendrás que preocuparte por nada más.
Deja todos tus miedos y preocupaciones. De otra manera me demuestras que no tienes confianza en Mí. Al revés, tú tienes que confiar ciegamente en Mí.
Entregarse quiere decir: “Poner todos tus pensamientos lejos de tus problemas”.
Deja todo en Mis manos diciendo: “Dios, tú te encargas de ello, así se hará” Eso quiere decir: “Dios gracias por permitirme poner todo en Tus manos, yo sé que Tú lo vas a resolver de la mejor manera para mí.”
Recuerda que pensar en las consecuencias de las cosas es lo contrario a entregarse. Eso quiere decir que si te preocupas de una situación que no salió como tú la deseabas, Me demuestras que no crees que Yo te amo. Me das la prueba de que no consideras tu vida bajo Mi control y de que nada se Me escapa.
Nunca pienses: “¿cómo va a terminar ésto? ¿qué es lo que va a pasar?”
Si piensas así, Me demuestras que no confías en Mí.
¿Quieres que Yo me encargue de ello, sí o no?
Entonces tienes que dejar de preocuparte. Yo te voy a guiar solamente si te rindes solamente a Mí; y cuando te lleve por un camino diferente de lo que tú estabas esperando, Yo te llevaré en Mis brazos.
Lo que te agobia de verdad son tus pensamientos, tus obsesiones y tu deseo de hacer todo tú mismo a cualquier precio.
Yo puedo hacer muchas cosas sólo cuando el hombre, tanto por sus necesidades materiales como espirituales, se gira hacia Mí y dice: “Señor, piensa Tú en ello”, y cierra sus ojos y se relaja.
Vas a recibir mucho, pero solamente cuando tus rezos sean dirigidos totalmente hacia Mí.
Tú rezas cuando estás mal, así Yo puedo intervenir, pero tú quieres que sea solamente de la manera en que tú lo deseas; así no te rindes a Mí, y quieres que Yo me ajuste a tus pedidos.
No seas como los enfermos que piden al doctor que los cure, y al mismo tiempo le dicen ellos mismos la medicina que necesitan ¡no hagas eso!
También en situaciones tristes di: “Dios, te rezo y te pido la gracia por este problema y por esta necesidad. Yo te rezo para que Tú te encargues de esto como Tú deseas, por esta vida terrenal y temporal. Tú sabes muy bien qué es lo mejor para mí.”
¡A veces sientes que los desastres se incrementan en vez de disminuir! No te preocupes, cierra tus ojos y dime con fe: “Tú te encargas de ello, así se hará.” Cuando hablas así, Yo puedo también llegar a hacer un milagro cuando sea necesario. Yo voy a pensar en eso solamente cuando confíes totalmente en Mí.
Yo siempre pienso en ti. Pero Yo puedo ayudarte solamente cuando tú te rindes completamente ante Mí.