Miércoles 5 de Junio de 2013
La doctrina del vacío
Era un lama cuya enseñanza enfatizaba la necesidad de percibir el vacío. Instaba a sus novicios y monjes a que se vaciaran de todo preconcepto y percibieran el sustrato vacío de todos los fenómenos. Pero tanto acento ponía en la necesidad de vaciarse, que un día varios monjes se acercaron a él y le dijeron:
-Venerable lama, en absoluto cuestionamos tus enseñanzas, pero ¿Por qué pones tanto énfasis en la doctrina del vacío, nosotros recibimos una educación sistemática que creemos importante para vivir en el mundo, es que no importa adquirir ningún concepto?
El lama sonrió y dijo:
-Al atardecer, los espero a todos aquí en el santuario con un vaso lleno de agua.
Al declinar el día, los monjes llegaron al santuario con sus vasos de agua.
El maestro dijo:
-Golpeen el vaso con cualquier objeto y háganlo sonar. Quiero oír la música de sus vasos.
Así lo hicieron los monjes, pero el sonido era muy pobre y apagado.
El lama añadió
-Ahora vacíen el vaso y vuelvan a hacerlo.
Los monjes arrojaron el agua de los vasos y comenzaron a hacerlos sonar. Ahora el sonido era vivo.
El lama dijo: -Vaso lleno no suena.
Los cinco monjes comprendieron la enseñanza y el lama sonrió satisfecho y agregó:
Vacíate de conceptos y empezarás a escuchar tu voz interior. Aplica el conocimiento práctico cuando sea necesario en la vida cotidiana, pero aprende a vivir con tu mente en el presente, en donde reside la sabiduría que excede todo concepto racional.