Viernes 14 de Junio de 2013
Las fortalezas son aquello que nos ayuda a avanzar, que si las descubrimos que las tenemos logramos el éxito más rápido.
Enfocarnos en aquello para lo que somos buenos, ese talento que nos hace diferentes y dedicarnos mucho tiempo en beneficiarnos de esa fortaleza. Dejar de lado las debilidades y poco a poco ir enfrentándolas, hacer una lista de ellas para identificarlas y enfrentarlas una por una. Las personas de más éxito en el mundo entero tienen en común que se enfocan en sus fortalezas y controlan sus debilidades y las van puliendo una por una y poco a poco las van transformando en fortalezas. Por eso es importante conocernos y observar a quienes nos rodean y que fortalezas poseen ellos también. Enfocarnos en ella y como nos podemos beneficiar nosotros y poder ayudar a los demás. Sin movimiento no hay cambio, sin cambios no hay resultados o sea no basta con tenerlas, hay que usarlas. Si te resulta incómodo hablar positivamente de ti mismo, debes olvidarte de la modestia para presentar, objetivamente, todas tus fortalezas. Realiza una lista con todas ellas y escríbelas a la izquierda de una hoja. Si te surge una debilidad puedes escribirla a la derecha. Si de verdad no encuentras muchas fortalezas cuando te sientes a formular la lista. Pregunta a antiguos compañeros de trabajo, amigos o familiares sobre tus cualidades. A ellos les resultará fácil darte una lista de tus fortalezas. Para cualquiera de los elementos en la lista, debes ser capaz de presentar evidencia concreta sobre cada fortaleza No basta decir que eres creativo si no puedes presentar evidencia de algo que hayas creado. Puedes pensar en fortalezas de tu relación con la sabiduría y conocimiento, con el coraje ante situaciones de dificultad, externa o interna, fortalezas interpersonales que implican cuidar y ofrecer amistad y cariño a los demás, de justicia, fortalezas que nos protegen contra los excesos o fortalezas que forjan conexiones con la inmensidad del universo y proveen de significado la vida. Es un buen ejercicio pensar en una situación difícil en la que algo malo haya pasado. Para saber cómo reaccionamos cuando nos enfrentamos a situaciones espontáneas. Si te calmas y te retiras o te enfrentas al reto valientemente, juntando las herramientas y recursos para atender la situación. En situaciones menos difíciles que no sean situaciones de vida o muerte. Cómo reaccionas cuando entras a un cuarto lleno de personas. Si entablas una conversación con todos o quieres encontrar un rincón tranquilo lejos del ruido y conectarte sólo con una persona. A veces hay discordancia, si te dices a ti mismo que eres de cierta manera, pero una situación difícil demuestra tu carácter verdadero. Quizás has tratado de hacer cosas con tu vida basado en las expectativas o en tus propias ideas de lo que debe ser hecho, mientras tus deseos y reacciones verdaderas han sido considerablemente diferentes. Piensa en una ocasión cuando hayas estado expuesto y hayas tenido que reaccionar inmediatamente. Aprendes y te adaptas a las nuevas situaciones rápidamente. Respondes rápidamente ante un comentario o tiendes a absorber, pensar y luego reaccionar. Reflexiona y determina cómo te sientes sobre tus fortalezas y debilidades identificadas. Decide si necesitas o quieres trabajar en cualquiera de tus debilidades y contempla lo que necesitarás hacer para atacar o cambiar cualquiera de ellas. Encuentra actividades que se enfoquen en tus debilidades. Por ejemplo, si te das cuenta que no confrontas bien las situaciones espontáneas, ponte en situaciones en donde la espontaneidad ocurre. Si tomar una clase o unirte a un grupo de teatro no te funciona, y tienes miedos profundos o ansiedad que evita que avances, considera pedir ayuda. Ten cuidado de no fijarte demasiado en tus debilidades. Algunas de ellas son mejor si las aceptas que si trabajas en ellas. Puedes pasar demasiado tiempo intentando corregir de más una debilidad a costas de celebrar una fortaleza que compensa la debilidad. Piensa en alguna ocasión cuando hayas tenido que hacer una decisión pero no hayas conocido por completo los hechos. Si esperaste hasta que te dieron más datos antes de tomar la decisión, tu fortaleza puede ser el análisis y la certidumbre, mientras que tu debilidad puede ser demasiado precavido. Si haces algo que nunca habías hecho antes y te das cuenta que eres totalmente natural haciéndolo. Y descubres un fuego interior dentro de ti y una habilidad de hacer algo como si hubieras nacido para hacerlo, es muy probable que hayas encontrado una fuerza previamente no descubierta. Si te sucede, trabaja en él para mejorar tu vida y alcanzar tu verdadero potencial. Nunca presumas sobre tus fortalezas o te quejes de tus debilidades. Sé directo y trabaja tus debilidades. En cuanto a las fortalezas, mantenlas reales. Las personas con fallas son verdaderos humanos, y son mucho más agradables que los que intentan pintarse a sí mismos como perfectos. Imagínate cómo te sentirías si alguien no hiciera nada más que alardear de qué tan perfecto es. Lo que importa en las relaciones, de trabajo y sociales, es demostrar que has superado tus debilidades y lo confiable que eres.