Miércoles 19 de Junio de 2013
¿La felicidad es una meta, es un anhelo, es un deseo que parece que nunca se puede cumplir?
¿Te has preguntado si eres feliz? Probablemente es un tópico en el que se piensa a menudo y la respuesta muy posiblemente varia de acuerdo a causas externas a nuestro propio ser.
Habría que partir por si el concepto felicidad que tenemos depende en gran medida de lo que acontece o necesitamos que acontezca en la vida, o quizás esta atado a la forma en que somos tratados valorados y amados por ese ser especial a quien amamos y suele ser (en la mayoría de los casos ) nuestra pareja que complicada, que difícil puede ser la felicidad cuando esta directamente relacionada con factores que están fuera de nuestro alcance, de ser así estamos expuestos a que la felicidad en vez de fuente de alegría sea motivo de gran angustia contrariedad y frustración, por ejemplo, si el ser amado no me valora o no es amable soy infeliz, si aún no ha aparecido el trabajo que anhelo, soy infeliz, si no encontré la prosperidad económica soy infeliz, ante tal panorama no seria imperativo reflexionar y replantearnos el concepto que hemos venido arrastrando a lo largo de la vida?
Yo era así, antes de comenzar mi proceso de evolución espiritual, albergaba mi sentido de la felicidad de acuerdo a como eran con respecto a mi positivamente o negativamente las circunstancias y personas de mi mundo inmediato, mi vida era como una montana rusa, no encontraba sosiego, los ratos alegres se esfumaban o por situaciones con mi pareja, o si de momento lo cotidiano no marchaba bien, o si por ejemplo mi hija no quería dialogar conmigo de sus cosas, en fin una diversidad de eventos que no dependían de mi hasta que tuve que encarar esta verdad y preguntarme a mi misma si valía la pena continuar en este circulo tan perjudicial que solo aportaba vacíos, inseguridad y mucha inestabilidad emocional, justo en ese tiempo, empecé a descubrir otras vías para sentirme realizada, contenta, y fue que le comencé a dar un mejor sentido a mi existencia, incorporando el amor incondicional a mi vida justo cuando expandí mi espiritualidad desarrolle una gran vocación en ayudar al prójimo cercano, por ejemplo dar alimentos a deambulantes que encontraba a mi paso, ayudar a ancianos que tenia cercanos y estaban en soledad y desamparo, orando y pidiendo Luz por seres queridos que sabia estaban pasando por momentos difíciles, poco a poco se fue haciendo un habito esta nueva motivación en mi vida, pensar en los demás se hizo parte de mi como algo natural habitual y hasta necesario, regalar una palabra de aliento, compañía, o un plato de comida o simplemente una sonrisa en estos momentos se ha convertido en una forma de ser feliz, además a partir de entonces es que he comprendido profundamente el concepto de desapegos de los budistas, e intento combatir el ego haciendo estas obras sin espavientos, de manera bastante callada como una misión que me conduce hacia la verdadera felicidad.
Esta orientación que que adopte para mi vida me ha aportado mucha paz interior, y a través de esta paz se forja mi nuevo concepto de la felicidad porque soy feliz conmigo misma, con la paz que ha nacido en mi corazón, esa felicidad no depende mas de los demás, sino que nace, desde la paz, no tengo la menor duda que es precisamente desde la paz interior que podemos descubrir la autentica felicidad, y puedo asegurar que a pesar de que la vida trae sus sinsabores y no siempre sea fácil mantener la armonía en el entorno que nos rodea así y todo si hacemos acopios de paz interior tenemos la mejor herramienta para salir a flote,,y recuperar la sensación de este nuevo enfoque de felicidad,
A la misma vez, revaluando el concepto felicidad desde la paz interior, estamos aportando un gran beneficio a la evolución de nuestra alma somos mas agradecidos con la bendiciones que se nos regalan cada día y sobre todo esa paz ayuda grandemente a poder vincularnos con nuestro yo divino que nos une con el Padre creador.
Felicidad desde lo que necesita albergar tu corazón, desde el deseo de encontrar paz para transitar mejor por esta existencia, mas allá de lo que pase a tu alrededor, aunque no estés atravesando por una buena racha , cuanto mas pongas tu mira de la felicidad en aquello que no tienes la capacidad de cambiar porque es algo externo a ti , podrías encontrar dolor y un gran sentimiento de impotencia .
Se nos ha olvidado sonreír, se nos ha olvidado mirar el paisaje que Dios nos regala cada día que amanece, se nos han olvidado esas pequeñas cosas que son tan gratificantes como quizás escuchar música, o ir un domingo a la playa , o a un paseo por el campo o un parque donde estemos expuestos al regalo precioso de las flores y los arboles que el Padre nos ha regalado entre tantas otras maravillas, descubrir nuestros talentos, quizás tengamos habilidades que no hemos explorado como el dibujo.