Miércoles 24 de Julio de 2013
¿A quien no le gustaría creerse mejor de lo que es? Y quien dice eso dice confiar más en si mismo, aumentar la motivación para conseguir objetivos, atreverse a experimentar cosas nuevas, etc.
Algunos no tuvieron mucha suerte con el feedback que recibieron de pequeños, esas alabanzas, reconocimientos o palabras de admiración que todo niño necesita para impulsar su autoconfianza.
Pero ello, puede convertirse en un lastre o en un reto, según se mire. El reconocimiento es uno de los pilares de la autoestima y si en nuestra casa no son muy dados a halagar o reconocer los méritos de uno, necesitaremos cubrir esa necesidad desde fuera.
Probablemente recuerdes algún piropo, agradecimiento o halago que te gustó al interactuar con alguna persona en tu pasado, pero si no es así, te sugiero que pongas en práctica alguno de estos consejos inmediatamente y observes el resultado.
Saluda mirando a los ojos!
Una sonrisa acompañada de un contacto visual directo transmite confianza nacida del amor propio. Cuando no puedas hacerlo por estar al teléfono, da tu nombre a la persona que te conteste.
Muestra agradecimiento por los regalos
No eludas las expresiones de afecto que otra persona tiene contigo. La habilidad para dar o recibir es una de las marcas de la persona con una sólida autoestima
Evita fardar
Es paradójico pero forma parte de la verdadera modestia el saber recibir cumplidos con humildad o con gracia. Las personas que demandan una atención especial de los demás o siempre se están haciendo notar, no se suelen percibirse a si mismos como dignos de valor o de respeto.
No avasalles con tus problemas
Si no haces más que hablar de tus problemas y los conviertes en el centro de las conversaciones, si solo salen críticas de tu boca hacia los demás, trata de reconducir tu conversación hacia algo más constructivo. ¿Te quejas habitualmente de tu vida? ¿Cuál es la proporción de tus pensamientos positivos/negativos en tus conversaciones?
Ante una crisis, aumenta la actividad
Cuando entras en una etapa de dificultades o periodos más deprimentes, trata de responder aumentando tu nivel de actividad. Cuando tu autoestima se pone realmente a prueba, no te pongas a dar vueltas cayendo en el juego de la víctima (o la parálisis por el análisis). Escuche a alguien decir que los automóviles recargan sus baterías a través del movimiento, no permaneciendo parados en el garaje.
Aprende de los errores
Una de los rasgos de las personas con una sana autoestima es que no se dejan hundir por el rechazo o los fallos. Ante el error, prueba a utilizar esta frase como manta: "soy mucho mas que mis fracasos". Un error puede impulsar a realizar otra cosa diferente o la misma de nuevo para conseguir tener éxito, impregnándote de valor.
Las experiencias dolorosas del pasado pueden hacer de soporte para que muchas personas con las que he trabajado , terminen construyendo un futuro exitoso.
¿Cómo lidias con el error en tu vida? ¿Lo ves como una mala representación en "la obra de tu vida"? ¿Te impulsa a seguir o te frena?