Jueves 16 de May de 2013
Este virus pariente del SRAS de 2003 que en Europa se llamó gripe asiática, procede de Arabia Saudí. Ni los expertos ni la OMS han sabido resolver el problema que plantea, pero de inmediato no se trata de algo alarmante pero si digno de seguirle la pisata.
El coronavirus es un patógeno que causa enfermedades como el catarro común, pero una mutación provocó el SRAS en 2003. Hace un año una persona procedente de Arabia Saudí, país muy poco poblado, fue el primer detectado como portador del patógeno. Es un virus que ha pasado de un animal al hombre aunque no se sabe qué animal es la causa de esta nueva variante. A diez años de su brote, Hong Kong todavía siente el legado del virus del SRAS
Fue en los años 60 cuando se identificaron los primeros coronavirus en humanos. La mayoría de estos virus sólo afectaban a una especie de animal o, como mucho, a un número reducido de especies relacionadas.
El SRAS fue diferente. Pudo contagiar a humanos y animales, incluyendo monos, gatos y roedores.
El impacto del SRAS fue grande. Se estima que que infectó a miles de personas en 2003, se originó en el sureste asiático. Por eso en Europa se le llamó gripe asiática. Se calcula que infectó a 8.000 personas en todo el mundo, en su mayoría en China. La enfermedad se paseó por una docena de países en América, Europa y Asia antes de que se pudiera contener. Expertos establecieron que el SRAS se trasmitió por el contacto directo de persona a persona. Según la OMS, 774 personas murieron de la infección. Desde 2004 no se conoce ningún otro caso de SRAS en el mundo.
El primer caso en 2012 produjo al menos cuatro episodios de contagio probado del nuevo microorganismo coronavirus: dos a familiares de enfermos en Londres, 15 en un centro sanitario en Arabia Saudí y uno —el último— en París, donde un hombre que había estado ingresado con un afectado resultó también enfermo. Pero el anuncio del gobierno de Francia confirmando un segundo caso de contagio entre humanos -y de dos casos de muerte en Arabia Saudí- ha hecho que esta nueva enfermedad respiratoria parecida al SRAS (sigla de síndrome respiratorio agudo severo) cobre una nueva preocupación.
Noticias del Cairo confirman que los doctores que descubrieron un nuevo SRAS consideran que es probable que el virus dispare una epidemia pero no necesariamente de una forma virulenta.
El nuevo microorganismo coronavirus (nCoV) que Ali Mohamed Zaki encontró el año pasado, produjo un brote de Síndrome de Enfermedad Respiratoria Aguda (SRAS), que en 2003 mató por lo menos a 18 personas en el Medio Oriente y en Europa. Zaki, un virologista egipcio que identificó el nuevo virus el pasado junio en un paciente del hospital de Jeddah, dijo en una entrevista telefónica que nadie se había contagiado hasta el momento.
Más recientemente se han producido casos en el hospital de Off uf (provincia oriental de Arabia Saudí) así como en dos pacientes franceses que compartían la habitación.
El Dr. Zaki, que trabaja en la universidad Ain Shams, en el Cairo, dijo que el virus probablemente es un mutante. “Hay que ir paso a paso para observar su conducta”, comentó el doctor con un reportero de Reuters.
Michael Baker, del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Otago en Wellington, Nueva Zelanda, está convencido que el nuevo virus puede traer serios problemas.
“La aparición del SRAS en 2003 sirvió para recordarnos que pueden producirse nuevas infecciones sin el menor aviso y convertirse enteramente en epidemias globales que pueden ser difíciles de controlar” dijo el Dr. Baker en un email.
Keiji Fukuda, asistente del director general del Salud y Medio Ambiente de WHO’s dijo en una conferencia de prensa en Riyadh después de la visita que hizo a las instalaciones de Hofuf donde se estaba tratando a varios pacientes infectados que la situación estaba bajo control. Abdullah Al-Rabeeah Ministro de Salud de Arabia Saudí declaró que desde el pasado septiembre 2012 se habían diagnosticado 45 casos de coronavirus de los cuales 15 murieron.
La OMS se vio en una situación complicada. Tuvo que hacer equilibrios entre advertir y causar una alarma. Para empezar, otro coronavirus —un primo del actual, pero diferente— fue el que causó el brote de SRAS (el síndrome respiratorio agudo grave) hace 10 años, que acabó con más de 800 muertos. Es un antecedente a tener en cuenta.
“La mayor preocupación es el hecho de que se hayan visto diferentes agrupaciones de casos en distintos países, lo que aumenta la evidencia de que cuando hay un estrecho contacto entre personas el coronavirus puede contagiarse”, comentó.
Más de un año después de que se detectaran los primeros casos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado un paso adelante y ha advertido, por primera vez, del riesgo que supone la transmisión entre personas del nuevo coronavirus originario de la Península Arábiga, que ha afectado a 34 personas y causado la muerte a 18.
A Reino Unido, Alemania y Francia ha llegado por medio de viajeros que regresaron infectados.
Hasta ahora hay solo 34 —los más graves— reconocidos, de los que han muerto 18. Pero seguro que hay muchos más afectados con variantes más leves. Los fallecidos son casi todos hombres mayores con otras enfermedades de tipo respiratorio. Todavía no se ha decidido fabricar una vacuna. Hay algunos antivirales, aunque no son específicos.
Expertos creen que el virus no es muy contagioso. Si lo fuera, estaríamos viendo más casos.
Los coronavirus son relativamente frágiles. Sólo pueden sobrevivir un día fuera del cuerpo y son fáciles de destruir con detergentes y productos de limpieza comunes.
Expertos británicos en salud pública han destacado que por ahora el riesgo a la población en general es muy bajo.
Y, por otro lado, la interpretación de los datos es confusa. La mortalidad, un 53% es más bien alta, pero nadie, empezando por la OMS, duda de que haya habido más afectados, aunque, como en otras infecciones por coronavirus, lo normal es que la mayoría solo haya tenido algo parecido a un catarro y poco más, por lo que el número real de afectados seguro que ha sido mucho mayor.
Los coronavirus causan infecciones respiratorias en humanos y animales. Los pacientes tienen fiebre, tos y dificultades para respirar. Pueden producir neumonía y, en algunos casos, fallos en el riñón. La mayoría de las personas infectadas son de edad avanzada y muchos de ellos con otro tipo de problemas médicos.
No se sabe con seguridad. Es posible que el nuevo virus se trasmita en gotitas, cuando una persona infectada tose o estornuda.
El hecho de que pareciera que sólo con el contacto cercano es que ocurre el contagio sugiere que el virus tiene una habilidad limitada para pasar de una persona a otra.
Los más desorientados fueron desde el principio los propios expertos, Luis Enjuanes, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del CSIC, dijo que la primera incógnita es el origen del microorganismo. No es normal que este tipo de patógenos empiecen a propagarse desde un territorio tan poco poblado como Arabia. Su epicentro natural es el sureste asiático, super poblado y lleno de aves y cerdos, los dos animales que suelen ser la fuente de estos microorganismos. “No sabemos de dónde viene. El Centro de Control de Enfermedades de EE.UU. y el NIH (el equivalente al Ministerio de Sanidad) están estudiando a camellos y ovejas porque ahí, como son musulmanes, no hay cerdos”. Tampoco el patrón de la transmisión es claro. “En Francia hubo más de 100 personas en contacto con el afectado antes de que se supiera lo que le pasaba, pero solo cinco enfermaron por diversas causas y, de ellos, solo uno ha dado positivo al coronavirus. Tiene una mortalidad muy alta para una transmisibilidad muy baja”, explica Enjuanes.
Además, el ritmo de aparición de los casos no es el normal. “Ahora parece que se está acelerando, cuando lleva más de un año circulando”, afirma el experto. “Todos estábamos pendientes de la gran peregrinación a La Meca del año pasado, cuando se juntaron 14 millones de personas, y en cambio no pasó nada”, añade Enjuanes.
Los coronavirus son relativamente frágiles.
No obstante, la mayor preocupación global es sobre el potencial de propagación de este nuevo virus. Hasta ahora, la trasmisión persona a persona permanece limitada a pequeños grupos. No hay evidencia de que el virus tenga la capacidad de ser pandémico.
Los doctores todavía no saben cuál es el mejor tratamiento. Las personas con síntomas severos necesitan atención médica intensiva para ayudarlos a respirar.
Lo que el científico español tiene claro es que los casos van a aumentar. También en este caso ha habido algunos problemas de comunicación. Un médico egipcio fue el que mandó las muestras a Holanda, a espaldas de las autoridades árabes. Ahora la situación se ha normalizado, y al haber mayor circulación de sueros, aumentarán los diagnósticos, vaticina Enjuanes. Así que él tampoco quiere alarmar, pero, por si acaso, ya tiene todo preparado por si hay que fabricar la vacuna.
Los doctores todavía no saben cuál es el mejor tratamiento. Las personas con síntomas severos necesitan atención médica intensiva para ayudarlos a respirar.
No hay vacuna de prevención. Todavía no se sabe con exactitud cómo se contagia uno con este virus. Sin embargo, algunas medidas generales pueden prevenir su trasmisión. Para ello conviene evitar en lo posible el contacto directo con personas que tengan o muestren síntomas de la enfermedad (tos y estornudo) y mantener una buena higiene en las manos son dos buenos ejemplos.
Se trata de un nuevo tipo de la extensa familia de coronavirus, que incluyen la gripe común y el SRAS. Esta nueva enfermedad no es SRAS. Se le ha llamado el Gran Hermano de la gripe
No obstante, la mayor preocupación global es sobre el potencial de propagación de este nuevo virus. Hasta ahora, la trasmisión persona a persona permanece limitada a pequeños grupos. No hay evidencia de que el virus tenga la capacidad de ser pandémico.
Los coronavirus son virus relacionados muy comunes y mucha gente los contrae en algún momento de sus vidas. Su nombre viene de los picos que se aprecian en su envoltura cuando se ve por el microscopio.