Jueves 23 de May de 2013
El oloroso y romántico jazmín es una hierba muy especial a la hora de curar con ella.
Bajo su inocente aspecto y agradable olor, se esconde una toxicidad a tener en cuenta. Es una hierba especial porque si bien son limitadas sus aplicaciones, suele ser efectiva y además veremos que actúa de una manera muy concreta.
En efecto, el jazmín (gelsemium sempervirens) es de aplicación en:
-Neuralgia del nervio trigémino.
-Y perturbaciones nerviosas severas del sistema central y periférico: convulsiones y psicosis.
Solamente esto y no es poco. Como decíamos al principio es una hierba tóxica y debe su toxicidad a principalmente tres alcaloides:
-Gelsemina, gelsemicina y sempervirina
-Además encontraremos en el jazmín, ácido gelsémico, aceite volátil (responsable de su fragancia) y resinas entre otro s.
LA DOSIS:
-Solamente emplearemos el jazmín (gelsemium sempervirens) en las dolencias que ya hemos visto; NADA MÁS.
-Y solamente podemos administrarlo como EXTRACTO FLUIDO. Nunca en INFUSIÓN puesto que la misma no consigue neutralizar lo suficiente sus alcaloides y su asimilación puede resultar perjudicial para el organismo.
-El extracto fluido tampoco los neutraliza pero consigue que la dosis que ingerimos sea tolerable y efectiva a la vez que controlable.
-CANTIDAD DE LA DOSIS: 2-3 gramos al día repartidos en tres tomas espaciadas regularmente y cada una de ellas en medio vaso de agua.
DURACIÓN:
Es una cura de urgencia para aplacar síntomas severos y como tal debe entenderse. No más de 3 días y Siempre acudir al médico. Los trastornos del Sistema Nervioso se curan de otra manera, pero para minimizar crisis es muy válida esta terapia.