Jueves 30 de May de 2013
Especialistas aseguran que el riesgo de enfermedad coronaria se reduce un 32% entre los vegetarianos y que presentan niveles más bajos de colesterol y tensión arterial.
Una reciente investigación publicada en la revista American Journal of Clinical Investigation sugiere que seguir una dieta vegetariana reduce significativamente las posibilidades de padecer un problema coronario.
Francesca Crowe es investigadora de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y principal firmante del trabajo y aseguró que los niveles más bajos de colesterol y presión arterial que presentan los individuos vegetarianos, que además, tienden a ser más delgados que quienes sí comen animales son algunas de las causas.
“Todos los indicadores apuntan a que, sin duda, su dieta es más cardiosaludable“, remarcó.
Su equipo realizó un seguimiento a casi 45 mil voluntarios de Inglaterra y Escocia, 15 mil de los cuales no comían ni carne ni pescado. Es llamativo que el 34% de la muestra fuera vegetariano, ya que hasta la fecha, los estudios de este tipo contaban con una representación mucho menor de esta opción alimenticia.
Según publicó el diario El Mundo, los investigadores valoraron el tipo de dieta que seguía cada individuo y si a lo largo del periodo estudiado (el trabajo comenzó a mediados de los 90 y se prolongó hasta 2009) habían padecido algún problema coronario.
Los resultados pusieron de manifiesto que las posibilidades de padecer un problema de corazón se reducía nada menos que un 32% en los voluntarios que confesaban seguir una dieta mediterránea. Y la “protección” se mantenía aun en personas en las que entraban en juego otras variables influyentes, como la edad, el tabaquismo o la cantidad de ejercicio que realizaban.
“Los vegetarianos tenían un perfil lipídico mejor que el de los no vegetarianos, probablemente debido a que en su dieta había un mayor ratio de grasas poliinsaturadas frente a las grasas saturadas”, explicaron los investigadores, quienes resaltaron que las cifras de tensión arterial, también eran significativamente más bajas, un dato que, en este caso estaría mediado por “un menor índice de masa corporal”.
Así es que los datos de este trabajo no hacen más que confirmar el importante papel que cumple la alimentación en la prevención de las enfermedades del corazón.
El equipo de Crowe también asoció el consumo de una dieta vegetariana con una menor incidencia de diverticulitis (un problema intestinal) y cataratas oculares.