Jueves 6 de Junio de 2013
Un amplio estudio realizado por la American Cáncer Society hace algunos años arrojó resultados sorprendentes que no tuvieron demasiada repercusión.
Esta investigación apuntaba a evaluar la ingesta de aspartamo como un factor con probabilidades de provocar cáncer. A pesar de que el efecto cancerígeno del aspartamo no fue concluyente,los investigadores notaron una curiosidad entre los participantes que consumieron bebidas endulzadas con aspartamo. Estas personas engordaron más que las que tomaron regularmente bebidas endulzadas con azúcar.
Este fenómeno no es difícil de comprender:
Cada vez que ingresa un producto que posee un edulcorante artificial no calórico (ej, gaseosas light) a nuestro cuerpo, éste responde liberando insulina en el torrente sanguíneo y se encuentra con que no hay glucosa para ingresar a las células, entonces que sucede? sentimos hambre.
Inmediatamente sentimos la necesidad de consumir dulces, pero no del tipo "sano" como los carbohidratos complejos (ej, galletas integrales), sino que el cuerpo pide azúcares de absorción rápida, ej. alfajores, chocolates, los cuales generan un círculo vicioso interminable con la consecuente acumulación de tejido graso y desgaste del sistema digestivo, particularmente el páncreas que debe segregar rápidamente grandes cantidades de insulina al torrente para metabolizar ese alfajor, situación que a través del tiempo nos conduce a desarrollar diabetes y enfermedades relacionadas con el desgaste del páncreas.
Según estudios científicos, el aumento de peso no es sólo estar mas gordita, sino que por cada kilogramo de más, aumenta un 9% el riesgo de padecer diabetes .
Finalmente, la próxima vez que tengas sed, tomá agua y/o disfrutá de un sabroso jugo de frutas sin edulcorante.