Miércoles 15 de May de 2013
Finalmente, la paritaria más importante para el Gobierno -que pretende que sea referencia para el resto de las discusiones salariales- llegó a su fin con la firma de un aumento en dos cuotas, y una gratificación de $1.400.
Las cámaras patronales y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) firmaron a última hora de ayer el acuerdo -de palabra, que ya habían alcanzado la semana pasada- de un aumento del 24 por ciento pagadero en dos cuotas, y un plus único y extraordinario de 1.400 pesos, también en dos pagos.
Al entendimiento se arribó anoche, en la sede del Ministerio de Trabajo, con la participación de la secretaria del área, Noemí Rial; el secretario general del gremio, Antonio Caló, y directivos de las cámaras patronales.
El acta de acuerdo indica que a partir del 1 de abril, los trabajadores percibirán un aumento de 17 por ciento sobre los salarios vigentes al 31 de marzo, a liquidarse en la segunda quincena de mayo, y de otro 7 por ciento a partir del 1 de julio.
La asignación no remunerativa, denominada "gratificación extraordinaria", se abonará en dos cuotas de 700 pesos cada una, en noviembre de este año y enero de 2014.
También se convino en que el salario mínimo del trabajador del sector será de 4.680 pesos a partir del 1 de abril, y de 5.000 desde el 1 de julio.
El acuerdo tendrá vigencia hasta el 31 de marzo de 2014 e incluye una cláusula de "compromiso de mantener la paz social".
La cartera laboral, que conduce Carlos Tomada, difundió anoche, a última hora, el acta-acuerdo relacionada con las paritarias 2013 del sector.
Según confirmaron fuentes empresarias y sindicales, la discusión en torno del porcentaje de incremento salarial para los trabajadores de 24 por ciento ya se había cerrado durante la semana pasada.
Pero ambas partes no lograban terminar de definir una nueva categoría para el convenio, que comenzará a regir este año y que englobará a un grupo de empleados que operan maquinas computarizadas.
Los empresarios del sector estiman que en el mercado la cantidad de aparatos de esa características no superan los 30.000 pero suponen que no hay otros tantos empleados que los operen.
Así, la discusión eminentemente técnica, como es definir qué tareas realiza ese personal, se convirtió en un problema económico, ya que de acuerdo con la flexibilidad que tenga el texto se incorporan más o menos trabajadores a esa categoría.
Como viene ocurriendo en las últimas tres semanas, cada audiencia en el Ministerio de Trabajo se ha convertido en una larga jornada que comienza a las 15 y termina bien entrada la noche con postergación.
Por un lado, el sindicato conducido por el líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), Antonio Caló, mantiene una postura rígida en su reclamo pero tratando de evitar desembocar en un paro de actividades.
El sindicato metalúrgico se sentó a la mesa con un reclamo de incremento del 35 por ciento, pero rápidamente lo redujo a 25 ante las presiones de la Casa Rosada que toma de modelo a este caso.
En las primeras audiencias la UOM bajó las pretensiones a un incremento del 24 por ciento, con dos pagos fijos de 680 pesos, de modo de acomodarse mejor a la línea oficial.