Viernes 3 de May de 2013
Esta historia nos invita a reflexionar sobre el valor de la vida y la decisión de ser felices a cada instante.
Mi cuñado abrió el cajón del placard de mi hermana y levantó un paquete envuelto en papel. “¿Y esto?”, dijo, “es lencería fina”. Tiró el papel que la envolvía y me la dio. Estaba precioso; seda y encaje. La etiqueta del precio mostraba una cantidad astronómica. “Julia compró esto la primera vez que fuimos al Shopping Center, hace al menos 8 o 9 años. Nunca lo usó. Lo estaba guardando para alguna ocasión especial. Bueno, creo que esta es la ocasión.