Jueves 10 de Noviembre de 2016
Dio testimonio sobre el caso de malformación congénita de su hija Martina en La Haya, Francia, en el marco del juicio a Monsanto
Martina, la hija de María Liz Robledo, nació con una malformación congénita a causa de los agrotóxicos. La primera vez que intentó darle la teta, la beba comenzó a despedir un líquido verdoso por la nariz y no podía respirar. Los médicos debieron operarla de urgencia debido a que se le había formado un pequeño canal que conectaba el aparato digestivo con el respiratorio.
La operación fue exitosa. Sin embargo, siguieron años de padecimiento por las deficiencias respiratorias que afectaron a Martina. La investigación determinó que la enfermedad fue causada por los bidones de pesticidas que se acumulaban en el baldío lindero a su casa y a las fumigaciones que se hacían a pocos metros de su jardín, en la localidad bonaerense de Baigorrita. Como caso testigo en Argentina de la contaminación de Monsanto a nivel mundial, María Liz le contó su historia al Tribunal de La Haya. Fue la primera denuncia internacional por crímenes contra la humanidad y el medio ambiente realizada por una organización civil.
Luego de dar testimonio sobre el caso de malformación congénita de su hija Martina en La Haya, Francia, en el marco del juicio a Monsanto, María Liz Robledo, oriunda de Baigorrita, contó su experiencia al regreso de Europa.
Fue importante que mi hija estuviera bien, dentro de sus características particulares de esta enfermedad. Esto me llevó a dar estos pasos y ver hacia donde podía llevar esto desde un lugar que no solo fuera haber tenido una experiencia fea, porque esto se va a seguir dando, entonces dije, que puedo aportar yo como mamá, como persona, en este paso por la vida.
Si desde mi lugar puedo hacer un aporte y decir sembré algo que le sirvió a mis hijos, mis nietos y al resto de la sociedad, me deja tranquila con mi conciencia.
El viaje fue bastante complicado, primero irme, porque era la primera vez que dejaba a mi hija, si bien lo estaba haciendo por ella, fue difícil arrancar, encima sola. Yo no hablo el idioma, un lugar extraño para mí, porque había profesionales, etc., gente de este ámbito.
Yo soy profesora de arte, en realidad no tiene nada que ver con esto, pero fue todo un desafío. Los nervios y la responsabilidad que tenia eran muy grandes, ya que era brindar un testimonio de lo que me había pasado, ante un montón de gente, jueces, etc. Una mochila grande.
Una vez llegada allí, me puse en contacto con otros testigos y otra gente, y ver que a todo el mundo le pasaba lo mismo, veterinarios, médicos, abogados, y todos hablaban desde un mismo lugar, desde un lugar de conciencia, y además avalando lo que una iba a contar.
También tuve contacto con otra mamá, que atravesó lo mismo que yo, mucho dolor, y esa conexión fue increíble. También con gente que ha perdido su trabajos, que sigue luchando contra distintas enfermedades, fue terrible, de cada país había un representante, contando de una misma manera, contando desde la ignorancia, lamentablemente estas empresas operan igual a nivel mundial, generando esta falta de conocimiento, y la gente se sigue enfermando y muriendo.
Toda la información que se le entregó al tribunal como para que tengan registros, fue increíble. Esos números que eso lee, se transforman en personas y en caras. Otro tipo de vinculación, mucho más humano.
Lo que se estima luego de esto, ya que son muchos los datos, y tienen que ir corroborando y viendo, para que esto tenga un peso especifico, es para alrededor del 10 de diciembre, sino la posibilidad es que se extienda a principios del 2017.
La salud de Martina es estable, tiene una vida normal mas allá de los problemas respiratorios que no le permiten ir al jardín. Tiene casi cuatro años y tendría que estar haciendo su proceso de sociabilización primaria de una manera normal como cualquier chico y lamentablemente no puede. Hace 7 meses no va al jardín, esta con tratamientos preventivos, pero comparado con otra época, es nada.
Y la idea es seguir difundiendo todo esto, tratando de concientizar gente, yo no gano nada con todo esto, mas que la posibilidad que otra gente tenga que pasar por el dolor que yo y mi hija tuvimos que pasar, uno pretende el bien común, pienso en colectivo, y desde ese lugar me largué a hacer todo esto. Hay gente hostigada por todo esto, que pierde sus trabajos. Lamentablemente es la manera en que se opera. Hay complicidad del estado, medios, etc.